Qué vas a aprender
Resumen
La sesión en directo está dirigida por el Dr. José Lariño, quien ofrece una clase enfocada en el manejo de los quistes de páncreas, una patología cada vez más frecuente debido a la mayor esperanza de vida y el uso extendido de pruebas de imagen en pacientes asintomáticos. La charla destaca los retos que enfrentan los clínicos, especialmente en la toma de decisiones sobre cuándo detener la vigilancia de estos quistes incidentales, dado que la mayoría no presentan síntomas y muchos no requerirán intervención quirúrgica.
Lariño comienza explicando que una gran cantidad de quistes pancreáticos se detectan de manera incidental en estudios realizados por otras razones. Esta situación genera ansiedad en los pacientes, quienes llegan preocupados a la consulta. Sin embargo, no todos los quistes son de riesgo, aunque algunos, como los tumores mucinosos, pueden ser precursores de cáncer de páncreas, lo que obliga a un diagnóstico diferencial cuidadoso.
Durante la clase, se mencionan los avances diagnósticos, como la punción guiada por ecoendoscopia, el uso de contrastes y técnicas avanzadas como la biopsia de la pared del quiste o la microscopía láser confocal, que permiten una mejor caracterización de las lesiones. A pesar de estos avances, Lariño advierte que el diagnóstico presuntivo basado en imagen no siempre coincide con el diagnóstico final tras la cirugía.
El manejo de los quistes pancreáticos se guía por protocolos internacionales, como las guías de Fukuoka o las del American College of Gastroenterology, que ayudan a los médicos a evaluar el riesgo de malignización. Los signos de alarma incluyen el tamaño del quiste (más de 4 cm), la presencia de nódulos murales, la dilatación del conducto pancreático o un crecimiento rápido del quiste, entre otros.
Lariño subraya un problema en la práctica clínica actual: el exceso de vigilancia de los quistes, lo que lleva a la saturación del sistema sanitario. Se discute cuándo es razonable dejar de vigilar estas lesiones, especialmente en pacientes de edad avanzada o con comorbilidades que no serían candidatos a cirugía. El uso de escalas como el índice de comorbilidad de Charlson ajustado por edad puede ayudar a determinar si la vigilancia continua tiene sentido en estos casos.
Finalmente, el ponente destaca estudios recientes que sugieren que los quistes que no cambian en cinco años pueden dejar de ser vigilados en algunos casos, especialmente si son menores de 1.5 cm. Lariño se posiciona a favor de una vigilancia más conservadora, ajustada a las características individuales de cada paciente, para evitar intervenciones innecesarias y reducir la sobrecarga del sistema sanitario.
Objetivos de aprendizaje:
• Conocer la prevalencia y tipos de quistes pancreáticos.
• Identificar los criterios de riesgo de malignización en los quistes de páncreas.
• Revisar los avances diagnósticos en la evaluación de quistes pancreáticos.
• Aplicar las guías internacionales en el manejo de quistes pancreáticos incidentales.
• Evaluar la necesidad y duración de la vigilancia en pacientes con quistes pancreáticos.